Contrincante 1: Inbound marketing
El Inbound ha extendido su uso con el tiempo, siendo el preferido de algunos especialistas del marketing digital. Lo más representativo de esta vertiente es su base en los contenidos de valor para el cliente, y en su metodología menos intrusiva.
Este tipo de marketing está centrado en estrategias donde el cliente tiene un fuerte interés en el producto o servicio que se ofrece. Esto debido a que no se busca interrumpir al usuario durante una actividad, sino que se crea una experiencia relevante para atraerlo.
Es común en estas estrategias el utilizar la creación de contenido dinámico, los blogs, los ebooks o cursos gratuitos, la formación de canales educativos, etcétera. Estos pueden formar parte de una estrategia de Inbound marketing que busca la atracción orgánica de leads.
En pocas palabras, podemos resumir al Inbound marketing como:
- Contenido de valor
- Interés bilateral
- Atracción de clientes
- Menos intrusivo para el usuario
- Medios digitales
Contrincante 2: Outbound marketing
Por otro lado tenemos al outbound. Este tipo de marketing se enfoca en la captación de clientes a través de estrategias más intrusivas. En pocas palabras, se podría decir que la empresa va hacia el cliente, y no al revés.
Utiliza medios tradicionales para llegar a los consumidores, y no aporta educación o valor al cliente para atraerlo. Normalmente se interrumpe al usuario a través de anuncios publicitarios masivos como banners, correos directos, llamadas telefónicas, etcétera.
Es una comunicación unidireccional ya que el interés está dado solo por parte de la marca o empresa. Suele tener un presupuesto detrás ya que se usa publicidad pagada para obtener mayor alcance. El retorno de la inversión puede verse como inmediato si se enfoca en la difusión.
En pocas palabras, podemos resumir al Outbound marketing como:
- Difusión masiva
- Interés unilateral
- Acercamiento directo a los clientes
- Más intrusivo para el usuario
- Medios tradicionales
Resultado del Inbound vs Outbound: ¿Cuál es mejor?
Lamentablemente, no hay una respuesta extremista. Cada tipo tiene pros y contras, y depende mucho del objetivo de la campaña de marketing y de su presupuesto.
No existe una exclusión obligatoria entre uno y otro, son más bien enfoques distintos.
Lo ideal sería hacer una combinación de ambos para maximizar los resultados, dependiendo de los objetivos de venta o difusión de la empresa. ¡Hay que aprender a utilizar una especie de ‘‘estrategia híbrida’’ que otorgue lo mejor de los dos mundos!
Por otro lado, averiguar cuál de los dos enfoques se necesita para cada objetivo específico requiere de conocimiento profundo acerca de las estrategias de marketing y publicidad. Una ayudadita por profesionales de marketing nunca cae mal.
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