Como las personas, los emprendedores y los empresarios tienen relaciones diferentes con el dinero. Están los que, sin nacer en familias acomodadas son capaces de construir negocios millonarios. Y los que pasan de proyecto en proyecto sin lograr nada, a pesar de tener todo a favor.
Los expertos en psicología hablan de bloqueos, fenómenos que nos impiden tomar decisiones más inteligentes en el manejo de nuestras finanzas personales y las del negocio. Es por eso que nos angustiamos, ponemos ansiosos, nos llenamos de culpa y nos paralizamos.
Lo bueno es que esos bloqueos son pensamientos en los que podemos trabajar, para liberarnos de ellos o modificarlos.
Y adoptar entonces una actitud más positiva ante el dinero y la posibilidad de generar un patrimonio.
1. Analiza qué piensas del dinero
Todos cargamos con la influencia de nuestra educación, de las creencias de nuestros padres y las de nuestro entorno. Y habrás escuchado frases como “la plata solo se pierde” o “nuestra familia tiene mala suerte con el dinero”. Identifica cuáles son aquellas creencias que te estás llevando a gastar de más o a no planificar un retiro, y por qué otras necesitas cambiarlas. Para hacer este proceso más fácil, escribe afirmaciones cada mañana y repítelas a lo largo del día.
2. Adquiere educación financiera
Cambiar tus pensamientos no servirá de mucho si no empiezas a cambiar tus conductas. Pero antes, es importante que aprendas herramientas básicas para el manejo del dinero. Busca libros de autores reconocidos con información práctica, asiste a talleres sobre ahorro e inversiones, o contrata a un experto que pueda desarrollar un plan personalizado para poner en orden tus finanzas.
3. Empieza a tomar acción con objetivos alcanzables
Por último, debes de tomar decisiones que te permitan hacer del dinero una oportunidad para lograr proyectos y sueños, y no una fuente inagotable de angustia y frustraciones.
Y para ello, lo mejor es empezar con metas pequeñas pero que nos motiven cada día a ahorrar o a aprender cómo invertir mejor. Cuando estés más seguro en cuanto a las decisiones que tomas, plantéate objetivos más ambiciosos.